
El 13 de diciembre de 2024, Chile dio un paso crucial hacia la protección de la privacidad de sus ciudadanos con la promulgación de la Ley N.º 21.719 sobre Protección de Datos Personales. Esta legislación, que busca regular el tratamiento de datos personales tanto en el ámbito público como privado, plantea retos y oportunidades significativas para las empresas, especialmente en sectores como el marketing digital y el e-commerce.
¿Sabías que en Chile hay una ley sobre la protección de datos personales?: mira sus implicancias en el marketing digital y sus usuarios
Derechos otorgados por la ley
La normativa introduce una serie de derechos fundamentales para los ciudadanos, también conocidos como derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición):
- Acceso: Las personas podrán solicitar información sobre cómo y por qué sus datos están siendo utilizados.
- Rectificación: Tendrán la posibilidad de corregir datos erróneos o desactualizados.
- Cancelación: Podrán pedir la eliminación de sus datos si ya no son necesarios o si se han obtenido sin el debido consentimiento.
- Oposición: Tendrán el derecho a oponerse al tratamiento de sus datos en ciertos casos, como el uso para llamadas spam.

Impacto a las empresas poseedoras de información
La Ley N.º 21.719 impone responsabilidades estrictas para quienes gestionan datos personales. Esto incluye:
- Transparencia: Las empresas deberán informar de manera clara a los usuarios sobre cómo recolectan, almacenan y utilizan sus datos.
- Consentimiento explícito: La obtención de datos sensibles requerirá un consentimiento informado y explícito.
- Derecho a la portabilidad: Los usuarios podrán trasladar su información personal entre distintas plataformas, lo que puede facilitar cambios de proveedor o la integración de servicios.
- Seguridad y confidencialidad: Las empresas deberán implementar medidas para proteger los datos contra hackeos o filtraciones.

Las empresas tendrán que revisar sus políticas de privacidad y ajustar sus sistemas para garantizar el cumplimiento. Asimismo, tanto los empleados como los directivos deberán estar informados sobre los principios de protección de datos a través de educación y capacitación constantes.
Por último, la ley obliga a las empresas a demostrar que obtuvieron los datos de manera lícita, lo que podría requerir ajustes significativos en los sistemas de registro.
Para garantizar la efectividad de la ley, se han establecido multas significativas que pueden alcanzar hasta el 4% de los ingresos anuales de las empresas en casos de infracciones gravísimas. Además, la nueva Agencia de Protección de Datos Personales será la encargada de fiscalizar, sancionar y promover la educación en esta materia.
Si bien esta legislación no se encuentra 100% en marcha y significa un desafío para las empresas poseedoras de información, una buena adaptación y cumplimiento de la normativa supone un salto de nivel para tu organización en términos de confianza, ética y transparencia, con la oportunidad de liderar en ese sector.